Jhs.
CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO PRIMERO
El tener padres virtuosos y temerosos de Dios me bastára, si yo no fuera tan ruin, con lo que el Señor me favorecia, para ser buena. Era mi padre aficionado á leer buenos libros, i ansí los tenia de romance para que leyesen sus hijos. Estos, con el cuidado que mi madre tenia de hacernos rezar, y ponernos en ser devotos de nuestra Señora y de algunos Santos, comenzó á despertarme de edad, á mi parecer, de seis ú siete años. Ayudábame no ver en mis padres favor sino para la virtud: tenian muchas. (...)
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(...) Plega el Señor, pues es poderoso, y si quiere puede, quiera en todo acierte yo á hacer su voluntada, y no primita se pierda esta alma, que con tantos artificios y maneras, y tantas veces, ha sacado Su Majestad de el infierno, y traido á sí. Amen.
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(...) Plega el Señor, pues es poderoso, y si quiere puede, quiera en todo acierte yo á hacer su voluntada, y no primita se pierda esta alma, que con tantos artificios y maneras, y tantas veces, ha sacado Su Majestad de el infierno, y traido á sí. Amen.
Edició i pròleg de Vicente de la Fuente Pbro. 1882