diumenge, 21 de febrer del 2010

Tomás Eloy Martínez. Santa Evita (1995)


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"Mi vida es de ustedes"

Al despertar de un desmayo que duró más de tres días, Evita tuvo al fin la certeza de que iba a morir.


[...]


Hubo un momento en que me dije: Si no la escribo, voy a asfixiarme. Si no trato de conocerla escribiéndola, jamás voy a conocerme yo. En la soledad de Highland Park, me senté y anoté estas palabras: "Al despertar de un desmayo que duró más de tres días, Evita tuvo al fin la certeza de que iba a morir". Era una tarde impasible de otoño, el buen tiempo cantaba desafinando, la vida no se detenía a mirarme.

Desde entonces, he remado con las palabras, llevando a Santa Evita en mi barco, de una playa a la otra del ciego mundo. No sé en qué punto del relato estoy. Creo que en el medio. Sigo, desde hace mucho, en el medio. Ahora tengo que escribir otra vez.