divendres, 2 de setembre del 2011

Jorge Luis Borges. El Aleph (1945)

O God, I could be bounded in a
nutshell and count myself a King
of infinite space.

Hamlet, II, 2

But they will teach us that Eter-
nity is the Standing still of the
Present. Time, a Nunc-stans (ast the
Schools cal l it); which neither they,
not any else understand, no more
than they would a Hic-stans for an
Infinite greatnesse of Place.

Leviathan, IV, 46


La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hrcho me dolió, dió, al cabo de unas copas, una vindicación del hombre moderno.


[...]


¡Existe ese Aleph en lo íntimo de una piedra? ¿Lo he visto cuando vi todas las cosas y lo he olvidado? Nuestra mente es porosa para el olvido; yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la trágica erosión de los años, los rasgos de Beatriz.


A Estela Canto.